De aquí al 2050 podría desaparecer la mitad de la población de tamarugos
15 de agosto de 2023

Investigación de la Universidad Católica de Valparaíso revela que de aquí a 2050 desaparecerían la mitad de los tamarugos en Chile y el mundo, es decir, solo quedarán 500.000 ejemplares. Mientras que un estudio de la Universidad de Chile muestra cómo el clavel del aire se ha desplazado para sobrevivir al cambio climático.

El cambio climático avanza lento, pero sin pausa, y el incremento de la temperatura en el desierto de Atacama, donde además las variaciones térmicas diarias están siendo más bruscas, está modificando la vida de animales, ecosistemas y plantas.

Uno de los afectados es el tamarugo, un árbol endémico que se ubica principalmente en la pampa, siendo la plantación nativa más grande de Chile, en medio de este gran desierto.

Es por eso que un reciente estudio de la Universidad Católica de Valparaíso y el Núcleo Milenio de Ecología Histórica Aplicada para los Bosques Áridos (Aforest) analizó su pasado, presente y futuro, estableciendo que debido a las condiciones extremas del cambio climático de aquí a 2050 desaparecerían el 50% de los tamarugos, es decir, solo quedarían 500.000 ejemplares.

Flor del tamarugo. Créditos: Felipe Cisternas

Con respecto al valor que tiene el tamarugo para el ecosistema del norte del país, Francisca Díaz, directora alterna del Núcleo Milenio de Ecología Histórica Aplicada para los Bosques Áridos, señala que “es una especie que logra colonizar la pampa y toda la biodiversidad asociada a ella, clave en la “habitabilidad” de esta zona”.

Las hojas del tamarugo se mueven para reducir la exposición a la radiación que reciben en verano y durante horas de mucha luz. “A este movimiento se le llama heliotropismo”, establece Díaz.

En el proyecto del tamarugo, la especie se estudió con una perspectiva milenaria, por ejemplo, investigando sus troncos fósiles, los que tienen cerca de trece mil años de antigüedad, y fueron encontrados en zonas de desierto absoluto en medio de las dunas.

Esos troncos fósiles fueron utilizados en su momento por cazadores de leña, quienes en el siglo XIX y principios del XX (tiempos de las salitreras) los extrajeron desde debajo de las dunas. Ocupaban las manchas de humedad que dejaba la camanchaca para encontrar los leños sepultados.

El tamarugo se ve tan afectado por el cambio climático extremo, “porque sobrevive de agua subterránea, por lo mismo es muy sensible a los descensos en el nivel del acuífero”, establece Díaz.

El estudio del tamarugo permite entender sus modificaciones durante miles de años desde la época glacial. Además, siguiendo la producción de frutos de tamarugo se observan indicadores tempranos del estado del árbol, por ejemplo, con cuánta agua subterránea cuenta. Cuando la profundidad de la napa subterránea está en seis metros, “hablamos de un nivel normal, entre seis y diez metros ya comienza a observarse exfoliación y pérdidas de hojas”, indica la investigadora.

Cambio climático extremo amenaza a dos emblemáticas especies nacionales

Los investigadores de la Universidad Católica de Valparaíso estudiaron a escala milenaria la interacción entre el ser humano y los bosques, las cuales entregan pistas de cómo han respondido a cambios climáticos como los que estamos viviendo hoy. Su relevancia se evidencia desde hace 13.000 años en el registro paleoecológico y arqueológico.

Sin embargo, poco se sabe de su historia posterior, desde hace 8.000 años esta especie se hace poco visible en el registro y eso es algo que queremos caracterizar mejor, “al ser un árbol endémico, ver cómo se distribuyeron las poblaciones frente a eventos de extrema aridez”, explica Díaz, aclarando que el trabajo aún continúa.

Ilustración de un tamarugo desde su raíz. Crédito: Andrea Ugarte.

Nota publicada en La Tercera el viernes 11 de agosto de 2023